Como lo mencionamos en nuestro artículo de la
semana pasada, existen diferentes metodologías para la valoración de una
empresa o negocio. Por tanto, en esta ocasión
nos ocuparemos en explicar brevemente algunas de ellas, agrupándolas en las que
tienen como base únicamente la información financiera de la empresa y las que
toman adicionalmente información externa.
1) Con
base en información financiera de la empresa: a) Valor en libros. Es un método
estático que muestra el valor contable neto del patrimonio en un momento
determinado y resulta de restar al total de los activos el valor de los pasivos
de la empresa. Su principal debilidad radica en que no considera la empresa
como un negocio con todo su potencial de generación de ingresos, su participación
activa en el mercado y el costo del dinero a través del tiempo, entre otras
variables. Sin embargo, se debe considerar en razón a que permite tener rápidamente
un valor de referencia para efectos comparativos con los competidores directos
y con el resultado que arroje la valoración realizada con otras metodologías.
La aplicación de las NIIF (IFRS en Inglés) ha contribuido a que este tipo de
metodología refleje en forma más real el valor tanto de los activos como de los
pasivos de la empresa o negocio. b) Valor de liquidación. Este método presupone
que la empresa no continúa como un negocio en marcha y que al cesar toda
actividad debe proceder a la venta y/o recaudo de todos los activos que posee y
al pago de todas las obligaciones con los acreedores externos e internos. El saldo
restante deberá ser utilizado para atender los gastos de la liquidación y pagar
los aportes realizados por los socios o accionistas. El valor de liquidación al
igual que el valor en libros puede ser utilizado como referencia para ser
comparado con los resultados obtenido por otras metodologías de valoración y también
puede ser considerado con un valor mínimo dentro de un proceso de negociación.
2) Incluyen
además información externa. a) Valor en bolsa. Es un método estático y
corresponde al precio que tiene la acción de una empresa en la bolsa de valores
en un momento determinado. Este precio si bien tiene como base la información financiera,
los resultados de la empresa y la capacidad para generar liquidez, está determinado
en buena parte por variables externas a la empresa como la estabilidad política
y económica de los mercados en donde desarrolla su actividad, la inflación y las
tasas de interés, la tasa de cambio, la participación de mercado y otras variables
macroeconómicas como los sucesos mundiales, las cuales pueden hacer que el precio
de la acción presente alta volatilidad, es decir, variaciones significativas en
cortos períodos de tiempo. b) Valor
de transacciones comparables. Este método consiste en analizar las
transacciones realizadas sobre compañías que tengan unas características similares
a las de la empresa en proceso de valoración, considerando la magnitud de los
negocios, el tipo de productos, los márgenes, y la cobertura geográfica, entre
otras. Adicionalmente deben tener un modelo de negocios similar a la compañía
en proceso. Este método, además de que es un poco difícil de aplicar por la disponibilidad
de información, solamente sirve como modelo de referencia, para a partir de
allí realizar análisis complementarios que permitan establecer comparaciones
con base en indicadores calculados con otros métodos como el de los múltiplos. c)
Múltiplos. En esta metodología una vez establecidas las transacciones
comparables se deben calcular ratios, entre los cuales podemos mencionar,
multiplicador sobre ventas, multiplicador sobre EBITDA, multiplicador sobre
utilidades, multiplicador sobre patrimonio etc., que permitan fijar un rango de
precios.
3) Las
que se realizan con base en proyecciones.
a) Flujo de caja libre descontado (FCL). Es una metodología dinámica y
es la de mayor utilización. Se basa en la capacidad de la compañía para generar
caja a futuro y por consiguiente generar valor y consiste en realizar una proyección
del flujo de caja libre durante un período que generalmente esta entre 5 y 10
años y descontarlo una tasa de descuento para luego descontar los pasivos.
Consideramos que sus mayores debilidades están de una parte en forma de
realizar las proyecciones, pues estas siempre tendrán algún ingrediente de
subjetividad, dado que se basan en supuestos y de la otra en el establecimiento
de la tasa de descuento que siempre será diferente para cada inversionista. Sin
embargo, su gran fortaleza radica en que permite establecer una matriz de
alternativas para tener mínimos y máximos que pueden ser comparados con los
resultados obtenidos por otras metodologías de valoración.
La valoración de empresas requiere
que se considere cuidadosamente el objetivo de la valoración y quela metodología
escogida para ser aplicada, pueda ser contrastada con los precios obtenidos
utilizando métodos alternos de valoración.
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